viernes, 23 de septiembre de 2022

¿Quién nos contará?

 

Para lo esencial, Belarmo y yo buscamos al pueblo llano y al ir al pasado nos cuesta trabajo encontrarlo. Se registran reyes, princesas, guerreros majestuosos, y nunca, como advirtió un poema (https://introduccionalaproblematicahistorica.wordpress.com/2013/02/03/brecht-b-poema/), a campesinos, albañiles, simples soldados y quienes también arán y a su vez cocinan, cuidan niños, etc. y son objeto predilecto para cobrar cualquier cosa, vejándolas.

En tales circunstancias cuesta mucho dar con la negritud africana.

-¿Hay otra?

-¿Y los millones llevados lejos por el tráfico esclavo?

Seguimos entonces al León el Africano que hacia 1492, justamente, fue expulsado de Granada, la tierra donde nacieron muchos antecesores suyos. Musulmán, atravesó desiertos hasta alcanzar Tombuctú.

Alguien no muy lejano a él hizo otro tanto con no solo su persona. Cargaba doce mil manuscritos que le servían de biblioteca y animó se creara una universidad.

 

 

 

 



Les fue así descubierta una ciudad "edénica" y solo trataron con principales.

Un alto

Si voy a traerlos de aquí para allá debo cuidar que no se extravíen, lectores.

Esos dos hombres a quienes vemos pertenecen a familias cuyas familias habitaron por hasta siete siglos Al Andalus, una entidad político, cultural y religiosa que ocupa el sur de la península ibérica. Después les llamarán árabes y en realidad son bereberes, como se nombran los pueblos norafricanos convertidos al Islam cuando Mahoma hizo la más sorprendente campaña para extender su fe creando nuevas sociedades. 

Después abundaré en el tema y basta decir ahora que allí, al modo de Medio Oriente y a su manera la India, nacieron entonces "reinos" ricos, muy desarrollados en artes e ideas y tolerantes con judíos y cristianos, a los cuales no fuerzan a convertirse pues la fe musulmana se concibe como culminación bíblica. 

León y quien lo siguió en tiempo, representan, pues, a este lado occidental, lo mismo en África que en Europa, espléndido que empieza a opacarse debido a los asaltos de la cristiandad comandada por un  Vaticano cada vez más inmoral.

Recuerdo al paso que en mi juventud, cuando se hacía referencia referencia al lugar más lejano e inhóspito, decíamos Eso está en Timbuctú, mal nombrando a esa ciudad ante la cual los traje.

Volviendo a la crónica:

-No nos sirven -dice Belarmo con coraje contemplando a nuestros dos personajes. Lo hace tras el breve optimismo producto de una muchachita esclava. Es regalo dichoso, conforme a León, y por tanto ajena los seres comunes y silvestres que pasan en sombras, a lo decorado, y eso enfurece a mí compañero quien niño vio a sus padres, abuela, hermanas, tratadas como tal. Tenía ya el encendidísimo carácter que ejemplicaré más tarde y ahora sale corriendo de allí, para no ponerme en riesgo con sus reacciones.

Ello mismo lo hace enamorarse del Negro del Victoria, que casi al mismo tiempo encontramos hacia 1900, merced a un gran escritor y marino.

La escena a continuación transcurre entre el registro de tripulantes: 

"Un negro en el alcázar de un barco británico es un ser solitario (...) 

"-¡Wait! -gritó una voz llena y retonante. Todos se detuvieron (...) Apareció una alta silueta de pie sobre la batahola.
"Descendió abriéndose camino entre la tripulación; sus pasos se encaminaron hacia la linterna del alcazar (...) Era alto, la cabeza se perdía entre la sombra que proyectaban las embarcaciones. Lució la blancura de sus dientes y de sus ojos, pero no pudo verse el rostro. Las manos grandes parecían enguantadas (...)
"El grumete, estupefacto como todos, levantó la linterna (...): era negro. Un rumor asombrado (...) corrió a lo largo de la cubierta y se perdió en la noche.
"Pero él pareció no oír nada. Se plantó en su sitio, marcando un tiempo con gesto rítmico (...) 
"El negro se mostraba sereno, frío, dominador, soberbio. Los hombres se habían aproximado y permanecían tras él en masa compacta. Pero les pasaba a todos media cabeza.
"-Soy del barco -dijo.
"Pronunciaba claramente, con dulce precisión. Los acentos profundos y brillantes de su voz recorrieron el puente sin esfuerzo. Era naturalmente desdeñoso, condescenciente, sin afectación, como hombre que (...) hubiese medido la inmensidad de la locura y tomado el partido de ser indulgente."
-¿Te imaginas el momento, nieto? No para los demás. Me refiero a él, cósmicamente solo desde que lo apresaron, ¿dónde? 

-¿Sería yoruba, pueblo predilecto para los traficantes de hombres, mujeres y niños?

Primer mapa europeo sobre África. 1554.

Que el África Negra se narre por sí misma en artes plásticas y música. Con los yoruba no podemos ir lejos temporalmente, dicen, si hablamos de tallas pues su material es madera. 

Busco en nuestro mejor, voluminoso libro, publicado hacia 1950 por intelectuales europeos muy prestigiosos. No avanzamos nada al compararnos con el subcontinente subsahariano, declaran.

En música mis oídos no encuentran par tampoco, dispersa por mil lados: Brasil, las Antillas, esos 

fenómenos revolucionarios llamados jazz y rock.

¿Debe renunciarse, entonces, a encontrar personajes con nombre?

 



Lo que debería seguir

    Esta Crónica Interminable tiene un orden plausible hasta donde se muestra, que es su primera parte. Como se aprecia en el archivo del bl...