domingo, 14 de marzo de 2021

La Corte que echa a andar

Desde que nació, un hombre se afilia a seres humanos encontrados en su tránsito o a través de la historia. Son llanos o representan a sociedades vencidas porque intentaron conservar o ganar el derecho a la sencillez.

Viejo, su abuelo los ayuda a reunirse animándolos a aventuras que les descubran a otros como ellos, por cuantas tierras y tiempos puedan. Al frente van mujeres que vencen su destino de invisibilidad o no lo conocieron pues pertenecían a comunidades matriarcales.


El abuelo y yo al fin caídos en cuenta la citamos. 

-Debemos ser todas y todos -les dijo

-¿Viajar? -dijo Saanvi, de treinta y dos años cuya cuenta no lleva, mientras escuchábamos al correo anunciarse con el rebenque de campanillas que nos alarmó pues nunca lo habíamos oído.

-¿No quieres? -le preguntó Hila.

-¡Si, claro!, aunque ¿quién velara por mis hijos?

-Tienes madre y padre, según veo -agregó Madre Primera Sioux, que dio vida al Niño de Piedra preñada por un guijarro.

-¿Por dónde debo empezar?

-Al sur de tu tiempo.

-Siempre quise conocer Margamao. Hay mar allí. Bueno, por cualquier lado en estas tierras.

-Peninsulares, les dicen. 

-Hago el hato para el camino.

-No necesitas. Venos a nosotros, que llegamos con lo puesto y ni mendrugos para consumir. El hambre no se conoce en nuestra cofradía.

-Parto, entonces.

-Con suerte toparás con la tripulación de Simbad.

-¿Quién?

-Un marino imaginario que aún no nace para ti

-¿Así, cómo hallarlo?

-Los siglos tampoco son límite. Olvídate de él. Buscamos a los Negros del Narciso que lo acompañan.

-Negros. Algo escuché sobre ellos.

-Es un decir. Me refiero a los tripulantes, sin importar su color.

-Aunque él... -tercia protestando O´Donell todavía niño.

-Anda -se dan a apurarla las hermanas niñas del Color del paraíso


-¿Alguien leyó esto?

"He vivido unos cuantos años en África. Fui allí por primera vez en 1957. Luego, a lo largo de cuarenta años, he vuelto cada vez que se presentaba la ocasión. Viajé mucho. Siempre he evitado las rutas oficiales, los palacios, las figuras importantes, la gran política. Todo lo contrario: prefería subirme a camiones encontrados por casualidad, recorrer el desierto con los nómadas y ser huésped de los campesinos de la sabana tropical. Su vida es un martirio, un tormento que, sin embargo, soportan con una tenacidad y un ánimo asombrosos. De manera que éste no es un libro sobre África, sino sobre algunas personas de allí, sobre mis encuentros con ellas y el tiempo que pasamos juntos. Este continente es demasiado grande para describirlo. Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria. Sólo por una convención reduccionista, por comodidad, decimos «África»."

-Llegará el siglo XX, pues, y la verdad seguirá siendo verdad.

-¿Me hablan? -pregunta Saanvi.

-Qué bien que escucharas. Tal vez luego se te antoje visitar esos lugares, no importa el siglo.

-¿Era así, Negro?

-¿Cómo saberlo si fui arrancado de allí casi empezar la vida? Hasta el nombre perdí y ahora atiendo a un ¡James Walker, a proa!

-Di algo, Hila.

-Un poco lo mismo. Tenía catorce años cuando, amante esclava, León me llevó a Venecia. Por cierto, ¿ese hombre que citan anduvo el Níger?, ¿en cuál de sus infinitos tramos?

-Creo que sobre todo siguió las rutas que antes recorrió Conrad, no invitado a nuestra Corte, desde luego, si bien nos asoma:

"Existía entre nosotros (...) el vínculo del mar. Además de mantener nuestros corazones unidos durante largos periodos de separación, tenía la fuerza de hacernos tolerantes ante las experiencias personales, y aun ante las convicciones de cada uno...

Río Congo

"Había (...) un río, un caudaloso gran río, que uno podía ver en el mapa, como una inmensa serpiente enroscada con la cabeza en el mar, el cuerpo ondulante a lo largo de una amplia región y la cola perdida en las profundidades del territorio...

"Al parecer la compañía había recibido noticias de que uno de los capitanes había muerto en una riña con los nativos (...) Sólo muchos meses más tarde (...) me enteré de que aquella riña había surgido a causa de un malentendido sobre unas gallinas. Sí, dos gallinas negras. Fresleven se llamaba aquel joven, era un danés. Pensó que lo habían engañado en la compra, bajó a tierra y comenzó a pegarle con un palo al jefe de la tribu. Oh, no me sorprendió ni pizca enterarme de eso y oír decir al mismo tiempo que Fresleven era la criatura más dulce y pacífica que había caminado alguna vez sobre dos piernas. Sin lo era; pero había pasado ya un par de años al servicio de la noble causa (...) Por eso golpeó sin piedad al viejo negro, mientras una multitud lo observaba con estupefacción, como fulminada por un rayo, hasta que un hombre, el hijo del jefe según me dijeron, desesperado al oír chillar al anciano, intentó detener con una lanza al hombre blanco y por supuesto lo atravesó con gran facilidad por entre los omóplatos. Entonces la población se internó en el bosque, esperando toda clase de calamidades. Por su parte, el vapor que Fresleven comandaba abandonó también el lugar presa del pánico... 

"La aldea había sido abandonada, las cabañas se derrumbaban con los techos podridos. Era evidente que había ocurrido una catástrofe. La población había desaparecido. Enloquecidos por el terror, hombres, mujeres y niños se habían dispersado por el bosque y no habían regresado." 

-¿Cómo vinimos a dar a este momento?

-Nos guió el aventurero a quien debe dársele la espalda y escucharlo.

-¿Dónde está Saanvi?

-En sus tierras, como se la dejó.

-¿Temes producirle miedo? Muy posiblemente conoce historias parecidas.

-Tan así no, creo.

-¿Cuál sería la diferencia?

-Lo que presenciamos sucedió tras que el diablo revelara su auténtica identidad; es Dios.

-Desde su comienzos. Hizo caer al ángel...

-Que jamás existió.

-Con todo, es bella esa religión -dice la madre del pequeño que nació en Arán. -Sara a los cien años pariendo a Ismael...

-Y así abuela para el Islam.

-¿En verdad? -exclama azorada.

-Creencias van y vienen. 

-Ismael se llama también aquel otro marino.

-Basta de océanos. ¿Alguien vio nacer entre las aguas a un fulano, sino se emborrachó antes con Nereidas?

 Mientras Saanvi va hacia el Golo de Bengala en 1381, buscamos un poco hacia el norte mil o dos mil años atrás. Por allí pasa casi todo dentro del Viejo Mundo.

 

SIGUE           

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Lo que debería seguir

    Esta Crónica Interminable tiene un orden plausible hasta donde se muestra, que es su primera parte. Como se aprecia en el archivo del bl...