martes, 6 de abril de 2021

Saavi

Te siento, Saavi, y ni siquiera preciso tu siglo. Di contigo en 1187, según cuentas gregorianas, pero como insinuación. Debes estar ochocientos años atrás y no hacia el golfo de Bengala, como dije por decir siguiendo a Battuta, sino rumbo al occidente

peninsular. 

Alguien, vaya a saberse dónde cerca tuyo, recita "A-mi, al-vacío-extendido-brazo apasionado-abrazo-por-causa-de

"de-las-que-(me)-ven, no por cierto recurrentemente no de-las-divinidades-locales

"perlas grandes en-árboles-ramas lágrimas-gotas caen."

O sea "Con los brazos extendidos hacia el vacío para abrazarte con pasión". 

Hay música, ¿quién la toca? Me suena exótica pues para ustedes y a diferencia de cuantas tradiciones se conozcan en el Viejo Mundo, no son doce intervalos jugando en la octava, así tales los partan por mitades a su vez, sino veintidós.

¿Entraña tal singularidad, si al menos buena parte de las grandes tradiciones pasó por allí? Algunos troncos lingüísticos, entre otras cosas.

Aquí arriba cité un verso del rigveda en su tránsito entre culturas orales y escritas, sobre cuya raigambre planetaria y no solo maya ahora creo que Ermilo Abreú Gómez debió advertirnos al prologar el Popol Vuh pues los lectores no sabíamos al respecto sino vaguísimas generalidades. Los procesos nemotécnicos parecen extremadamente complejos y así reservados a quienes, como élites dedicaron tiempo completo en ellos.

La preocupación central por aquella mujer continúa, desde luego, considerando que el género femenino está ausente en cuanto tema asoma mi miserable entendimiento enciclopédico. 

Papá compraba colecciones. Dos de ellas eran muy celebradas y los vendedores aseguraban que contenía cuanto podía conocerse. Mentían, claro, seguro sin dolo, tan ignorantes como sus clientela. 

Me traje muchos volúmenes, para sumar luego otro buen número. Un poco al bote pronto, ayer hallé varios relacionados con nuestro asunto.

La gigantesca biblioteca que es internet acumula casi infinitos títulos, sobre todo hechos al amparo de investigaciones con nuevas ópticas

Y Saavi sigue sin descubrírseme. Nuestra Corte de medianoche la animó a abandonar su pueblo y ni Hila, la púber esclava que comprobadamente nació en el Níger cercano a Tombuctú, nos detuvo.  

¿Duraría horas, siquiera, en los reinos que descubría, atravesados por violencias forzozamente masculinas? 

¿Que edad tenía en esos distantes siglos entre sí, de más bien pobres expectativas de vida ?   

-Deja a tus hijos e hijas con los abuelos -dijo con desparpajo la jovencita negra.

-¿De cuántos hablamos? ¿Las familias son prolíficas en tiempos donde el crecimiento poblacional tiene tasas moderadas, supongo?-pregunté sin hallar respuesta.

Habrá que situarte milenios atrás, cuando no existía propiedad privada y sí abundancia, paz y ya poesía, y pedirte cambiar de camino, en dirección a los pueblos iraníes. 

La Biblia nos mal acostumbró a creer que al principio había emperadores, trabajo esclavo y a granel e injustica, honda, irreductible. Y antes, por muchas partes    

 

 

 

 

 

SIGUE 


                     

F:jJf- 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

Europa y Occidente tienen su música fundada sobre el sistema de división de la octava en 12 semitonos, o sea 12 intervalos mínimos definidos científicamente. China constituye su música sobre la serie de los 12 lyú obtenidos por una progresión de quintas consonantes y ordenados dentro de los límites de una octava, sonidos escrupulosamente medidos y establecidos matemáticamente desde la más remota antigüedad. Los árabes basan todo su sistema musical en la octava dividida en 24 cuartos de tono, división regular con alguna correspondencia con el sistema de los 12 semitonos europeos; pero en el Indostán encontramos un sistema de sonidos inspirado en la división de la octava en 22 partes no iguales llamados srutis, y esta división, cuyo origen no es conocido, 

Lo que debería seguir

    Esta Crónica Interminable tiene un orden plausible hasta donde se muestra, que es su primera parte. Como se aprecia en el archivo del bl...