Acicateados por las respuestas al quinto centenario del viaje colombino, empezaron a desarrollarse nociones y perspectivas sobre el colonialismo y sus orígenes. Alguien rastreó entonces lo que llamaría "renacimiento más oscuro".
Fue una revisión más bien teórica, no historiográfica, relacionada con otras nuevas nociones: "epistemologías del sur", "desobediencia epistémica", "retórica de la modernidad", "lógica de la colonialidad", "descolonialidad"...
Hay referencias allí al "lado más oscuro del Renacimiento (...) como parte constitutiva de la modernidad, y no a una historia de la caza de brujas y alquimistas en Europa", y así a "la renovación de la tradición clásica como una justificación de la expansión colonial".
Reafirmaba a su manera La invención de América escrita por Edmundo O´Gorman unas décadas atrás y los anteriores escupitajos al conocimiento occidental sobre nuestro continente que produjo Antonello Gerbi. Agigantaba entonces la risotada hacia el eurocéntrico guerrero majestuoso de Atalli, ¿recuerdan?
Suena apasionante seguir ese renacimiento muy oscuro de los siglos XVI y XVII, centrado en las conquistas ultramarinas españolas y portuguesas, cuyo espíritu acompañaría al posterior expanderse inglés, francés, de los Países Bajos.
"La modernidad incluye un `concepto´ racional de emancipación que afirmamos y subsumimos. Pero, al mismo tiempo, desarrolla un mito irracional, una justificación para la violencia genocida", afirma quien ahora nos guía:
"A finales del siglo XV se construyeron las fronteras no solo en términos geográficos y relacionados con las extensiones y los límites del Océano Atlántico sino también en términos de las fronteras de la humanidad. El ordenamiento aún no era abiertamente cronológico; solo llegó a ser así, claramente, en el siglo XVIII. Entonces, el problema planteado es la articulación de diferencias tanto en el espacio como en el tiempo, y los usos del espacio y el tiempo como medios para articular las diferencias culturales."
Andar tras estas indicaciones nos metería en la filosofía y disciplinas asociadas a ella y somos unos viles perseguidores de historias, ¿verdad, abuelo?
: J Ffj
