lunes, 21 de septiembre de 2020

"Sí que hubo dioses" o "El arte de la ignorancia"

Mi abuelo y yo iniciamos este viaje con las pobres herramientas que nos daba el empeño y poco más. Así podía observarse solo los alrededores de 1492 y tal y cual momento a continuación aquí y allá.

Entonces apareció una genial especialista y nos asomó a la perspectiva de los tiempos anteriores. Era apabullante y llamaba a la conmiseración hacia quienes por veinte mil años fueron y vinieron por todos sitios a ciegas como nosotros, construyéndonos, y cuya soberbia a veces resultaba no menor que la nuestra.

Inventaron el bien, el mal y cuanto para la especie obra hasta hoy. 

Sí que hubo dioses, pues. ¿Les seguiremos rindiendo culto o es necesario bañarnos en su sangre agradeciéndoles el extenuante esfuerzo? 


Supongamos que tiene razón Marija Gimbutas y hacia el año 20 mil ac la cultura de los Kurganes invadió Europa central.

-¿Eh? Si buscamos la región hindú -se abronca el abuelo. 

-Aguanta -le digo sin saber bien cuáles son mis intenciones. -¿No queremos perseguir las lenguas indoeuropeas? Pues hay que dar un rodeo.

-¡Quita pa allá!, me llevarás al Pleistoceno.

-En necesitándolo... No, no, bromeo. Es que ve: allí y por esos tiempos tal vez hubo sociedades más o menos pacíficas e igualitarias, presididas por mujeres. Claro, no dominaban el bronce.

-A quién le importa. 

-Las armas, tú sabes... 

-Ahora resulta que estamos jodidos por culpa de un metal.

-Me mal interpretas.

Todo marchaba aunque discutiéramos, hasta llegar a lo inefable: la civilización. En India, para evitar

reclamos de mi mentor, hacia 3 mil ac.

Los vedas, tan hermosos al contemplarlos, según puede apreciarse, y ya entre sus palabras, seso y más seso, sin importar si llegaban por meditación y así despreciando el llano raciocinio.

Cierto, indagan con acuciosidad. Aun así implican la existencia de cuando menos una clase dominante o casta entre castas.

"Se inicia esta discusión de la discriminación ─ viveka de la Verdad ─ tattva (Brahman) (de lo falso), para la fácil comprensión de aquellos corazones purificados con el servicio a los pies de loto del Maestro. Los objetos de conocimiento -a saber, sonido, tacto, etc-., que se perciben en vigilia ─ jägare, difieren entre sí por sus peculiaridades; pero la conciencia ─ saòvid de éstos -que es diferente de ellos-, no difiere porque es homogénea. Lo mismo ocurre al soñar..."

-¿De veras quieres seguir dando tumbos por los milenios, Belarmo?

-No. Practicamos ya suficientemente el arte de la ignorancia. 

J FfJ Ff

HASTA TECLAS PERDIMOS DE TANTO CAMINAR, JEJE. 

Lo que debería seguir

    Esta Crónica Interminable tiene un orden plausible hasta donde se muestra, que es su primera parte. Como se aprecia en el archivo del bl...